Las tapas de escotillas tienen distintos grados de estanqueidad, resistencia y mecanismos de cierre, que facilitan o impiden su apertura desde el exterior.

Estos grados son los que hacen que unas tapas sean recomendadas para determinadas zonas de la embarcación o sean totalmente desaconsejables.

No han de tener los mismos requerimientos una tapa situada en la cubierta de una embarcación que ocasionalmente ha de soportar el peso de un tripulante que una tapa de escape de un catamarán que ha de permitir una fácil apertura desde el interior y desde el exterior al mismo tiempo que ha de ser capaz de soportar la presión del agua durante la navegación, por estar situada en un costado.

La norma CE diferencia las distintas zonas de la embarcación según la presión a la que va a estar sometida una tapa de escotilla durante su vida.

Hay que tener en cuenta si la tapa ha de tener unas dimensiones que permitan el paso de una persona, para usarse como via de escape en caso de peligro (Norma ISO 9094, sobre la prevención de incendios). Todas las tapas de escotillas, a partir de size 44 suelen cumplir.

Es aconsejable la instalación de una tapa que permita el paso de una persona, en espacios alejados del tambucho o puerta de entrada a la cabina de la embarcación.